por Marcela Furlano
El año pasado se cumplieron 50 años de la muerte de Carson McCullers y
100 de su nacimiento. Ese nombre –en realidad compuesto por dos apellidos– era
toda una señal en esta escritora acostumbrada a romper todas las reglas
sociales de su época y no pocas también en la literatura.
Amiga de Truman Capote y Tennessee Williams, sus obras –al igual que la
de esos escritores– fueron llevadas al teatro y al cine, aunque no consiguió la
popularidad de sus colegas, a los que les iba a la par en talento.
Laura Galarza explica el especial significado de que en un ciclo como el
Wine Rock se incluya a una escritora
como Carson McCullers, que cual estrella de rock rompió paradigmas y
prejuicios, desde el sexo hasta luchar contra el racismo y favorecer la
aceptación de la homosexualidad y las personas que eran, de un modo u otro,
diferentes.
"Antes de casarse con Reeves McCullers –su nombre de soltera era
Lula Carson Smith– habló con sus padres y les dijo: 'Yo antes de casarme con mi
novio tengo que tener relaciones sexuales con él, porque si no, no voy a saber
si mi matrimonio va a funcionar'".
En esa
época los padres se podían infartar con una propuesta de ese tipo por parte de
su hija...
(Risas) Eran los años '30 y no era usual que una chica de 19 años
hiciera un planteo así, de manera abierta. Pero creo que sus padres fueron
grandes mentores, porque no se asustaron con esta niña prodigio que habitaba su
casa. Fue una mujer revolucionaria y sus padres la apoyaron en cada una de sus
decisiones, es más, la mayor parte de su obra la escribió en su casa natal.
Para
muchos, la poderosa personalidad de Carson terminó por eclipsar un poco su
obra, desde sus relaciones con otras mujeres hasta su gusto por vestirse de
hombre...
Absolutamente. Ella estuvo mucho tiempo enamorada de la fotógrafa
Annemarie Schwarzenbach, a la cual le dedicó libros, pero realmente ella era un
alma libre y cuando alguien le hablaba de condicionamientos o la quería
acorralar con el tema de sus elecciones sexuales, ella no respondía. Tenía una
mente increíble y eso se refleja en su literatura, de hecho, cualquier cuento
que puedas leer de ella podría ocurrir acá, a la vuelta de la esquina, y eso te
habla de esa cabeza que trasciende las fronteras y los tiempos.
Algo muy
singular en sus obras, es cómo retrata un mundo muchas veces difícil o
tortuoso, que es la adolescencia. ¿Es un camino que la acercaría los lectores
jóvenes?
Por supuesto, hasta podría ser parte de las lecturas obligatorias de
cualquier colegio secundario. Ella logra retratar ese pasaje de la niñez a la
adolescencia, la incomodidad de esos años. En varios de sus cuentos y en sus
novelas, aparece un personaje que es un adolescente, de esos que no van con el
sistema. Ese momento espiritual lo capta tan bien, que en un punto todos nos
identificamos con estos personajes, no sólo porque hay partes nuestras que
siguen siendo rebeldes a lo que se nos impone o al sistema, sino porque en
definitiva ella siempre está hablando de lo humano.
Siendo vos
psicoanalista, ¿por qué te interesaste tanto en la obra de Carson McCullers?
Mi interés por la literatura no llegó de la mano del psicoanálisis. Soy
psicoanalista, trabajo de eso, pero primero llegué a la literatura y después al
psicoanálisis. Leo y escribo desde muy chiquita. Particularmente a Carson la
descubrí en el taller de Guillermo Saccomanno. Todo lo que sé de literatura lo
aprendí en su taller, con él estudié diez años.
¿El les
acercó textos de Carson?
Hasta el día de hoy recuerdo el momento en que Saccomanno llegó al
taller, abrió El corazón en un cazador
solitario y leyó la primera página y esa primera frase: "En el pueblo
había dos mudos que siempre andaban juntos". A partir de allí, se me abrió
todo el mundo de Carson. El año pasado estuve releyendo toda su obra , porque
varios de los libros reeditados el año pasado por Seix Barral, nunca habían
llegado a nuestro país.
¿Cuáles de
ellos?
Por ejemplo El mudo y otros textos,
que es un libro que en realidad es el proyecto de obra que Carson McCullers
escribió previo a que se editara El
corazón es un cazador solitario, que se llamaba originariamente, El mudo. Ese libro es el proyecto de
novela que ella le mandó al editor –tengamos en cuenta que tenía 19 años– y vos
lo leés y es de una perfección no de una chica de 19 años que escribe su
primera obra, sino de alguien consagrado.
¿Cómo se
va a articular tu charla?
Va a estar amenizada con música. Carson, antes de ser escritora, de niña
fue concertista de piano y luego ella cambió de vocación, podríamos decir, pero
la realidad es que eso está presente en toda su literatura, no sólo por la
musicalidad de su obra, sino porque realmente está presente. De hecho, en el
cuento que yo voy a leer se nombran un montón de obras de Bach o Beethoven, por
ejemplo. Por eso vamos a escuchar un poco a Carson y otro poco de esa música
que ella también escuchaba.
(UNO / 6-4-2018)
(UNO / 6-4-2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario