domingo

CANCHA - MARCELO SOSA


Según el mataburros, cancha viene etimológicamente del quechua kancha. Lo que la hace una palabra americana (¿no era que nos vino el idioma de arriba?).

Field, campo, terreno, hasta rectángulo. Los periodistas deportivos son prodigiosos en sinónimos. Eluden las palabras básicas, conocidas, esas que denotan unívocamente un concepto en un contexto determinado: el fútbol. Se la pasan diciendo útil, esférico, balón, redonda, pecosa, hasta recurren al viejo término globa, menos pelota. Como si pelota sonara feo. Lo mismo pasa con cancha. Y eso que cancha es una palabra muy precisa, siempre hablando del contexto del fútbol: cancha es el terreno de juego. Con suerte, y metonimia mediante, pasa a denominar el estadio, para el hincha. Claro, en Uruguay Estadio hay uno solo en la mente de la gente y es con mayúscula. Entonces, bueno, uno va a la cancha de Danubio, Wanderers o Miramar y sabe que va a un miniestadio. De paso, uno mira la bandera de Wanderers, Racing, Defensor o Bella Vista ¿y que ve? Claro, una cancha, con las esquinas marcadas, esas que nadie respeta al patear un córner y que están para que no se haga un gol olímpico desde el área chica.

Pero es interesante en sí la palabra cancha, ya fuera del contexto exclusivo del fútbol, y ver sus significados y sus connotaciones. Frases como “en la cancha se ven los pingos” o “tiene cancha”, o “¡abran cancha!”, y sabe que el significado cambia. No es lo mismo decir “¡abran cancha!” cuando uno entra corriendo cargado de bolsos a Tres Cruces porque pierde el último ómnibus a Río Branco, a que le grite el técnico “¡abrí la cancha!” al mediocampista que se obsesiona con pasársela al nueve al centro del área cuando el puntero se muere de soledad contra la raya. O la citada antes, que no se refiere por pingos a los jugadores poco habilidosos, aunque uno se vea tentado a esa interpretación, sino a los caballos y el lugar donde corrían, una “cancha”, o pista, hipódromo improvisado donde se corrían pencas y donde el comisario siempre llevaba ventaja.

Es que la palabra cancha se vuelve polisémica, tanto como que la metáfora del fútbol atraviesa toda la sociedad. Canchero es el que corta el césped y traza la línea de cal, pero también canchero es el piola, el tipo que sabe todo, el que fuma tranquilo porque ya vio la película y sabe cómo termina.

Y hay que ser algo canchero para escribir algo que no estaba programado, porque el tema prometido eran las excusas. Pero lo escribí, Hugo, pasa que un abrí la ventana y la tormenta me lo voló de la compu. Palabra.

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